BIENVENIDOS A ESTA NUEVA AVENTURA.

Mi afición a trastear entre las cacerolas me ha empujado a compartir con vosotros algunas de las recetas que normalmente cocino. Seguro que voy a huir de la forma clásica de contar cómo se elabora un plato, y lo adornaré con alguna historia que otra para que su elaboración sea amena. Serán platos sencillos al alcance de todos, por lo que no habrá excusa. Buen provecho.

martes, 8 de marzo de 2011

TARTA DE SANTIAGO. Placer religioso...

Tarta de Santiago
 Aún recuerdo con suficiente nitidez, allá por los primeros años de la década de los 70, la imagen oscura de la ciudad más bella de la tierra (siempre utilizando mi propia vara de medir): Santiago de Compostela. Por la siempre mojada Rúa de San Pedro, llegábamos a casa de  Isaura  Somoza Terceiro (prima de mi padre) y su siempre recordado esposo, Ramón Ramiro Manuel Constantino Fernández Arjones, quien tan extenso tenía su corazón como su nombre.

Manolo, Isaura y mis padres (Paquita y Pepe)... de botellón.
Esta feliz pareja junto con sus dos hijas, Mari Carmen y Rosa, forman parte indiscutible de mi infancia, ya que no hay en mi mente recuerdo sin ellos. Alternábamos el verano saltando entre la aldea de Tosar (Tabeirós)  que ya conocéis, donde también vivían sus abuelos en una preciosa casa de piedra y madera, y su casa y las calles de Santiago, con olor a pan recién hecho y bodega. Les tengo por tanto un cariño muy especial, por lo que a ellos dedico esta entrada.
Rosa y Mari Carmen

Fue de la mano de Isaura, maestra de la empanada gallega donde las haya (que ya os contaré), donde probé por primera vez esta exquisita tarta de Santiago. No puedo afirmar, porque no me acuerdo, si aquella tarta fue hecha por ella o comprada en algún horno cercano, lo que sí recuerdo es el hule de cuadros de su cocina sobre el que degusté aquel divino pedazo de tarta, al son de las inconfundibles a la par que insoportables risas de Mari Carmen y mi hermana Ana, tan sólo acalladas con alguna cómplice travesura que Rosa, nuestro primo Suso y yo les preparábamos.

Mi primo Suso, yo al centro y mi hermana Ana, ... en medio de la autopista.
De una de las páginas oficiales de la Xunta de Galicia he obtenido la siguiente información sobre este delicioso y típico postre gallego que todo el mundo reconoce por su Cruz de Santiago en el centro, y que es elaborado en Galicia desde la Edad media, aunque era conocido con el nombre de "torta real".

Pazo de Oca (A Estrada) - Julio de 2008
La Tarta de Santiago hunde sus raíces en las tradiciones más antiguas de la alta repostería gallega. La noticia más antigua sobre la elaboración y consumo de este bizcocho de almendra es algo imprecisa pero procede de la visita que Pedro de Portocarrero realizó a la Universidad de Santiago en la segunda mitad del siglo XVI y la investigación que llevó a cabo en torno a las comidas que se daban a los profesores.
Siglos más tarde (1838) en los Cuadernos de Confitería que recopiló Bartolomé de Leybar se incluye un dulce con una composición muy parecida a la actual Tarta de Santiago. Y Manuel Puga, "Picadillo", en su "Cocina práctica" de 1905, recoge diversas variantes de este dulce, igual que el otro gran gastrónomo gallego, Alvaro Cunqueiro. La popularización del Camino de Santiago hizo el resto para extender la presencia de este producto fuera de Galicia.
Es en el año 1924 cuando la confitería "Casa Mora" -en Santiago de Compostela-, empieza a adornar las tartas con la silueta de la Cruz de Santiago característica, alcanzando gran éxito en Galicia y en el resto de España. 

Ingredientes que necesitamos:

  • 250 grs. de almendra pelada y cruda.
  • 250 grs. de azúcar.
  • 5 huevos camperos.
  • Ralladura de la piel de 1/2 limón.
  • Una pizca de canela.
  • Azúcar glass.
  • Mantequilla.
La preparación es bien sencilla, sólo hay que tener en cuenta si nos gusta que salga esponjosa o más bien dura y de un par de centímetros de alta. De gustibus et coloribus non est disputandum,  así que cada uno elige cómo le gusta. Incluso hay quien le pone un poco de licor (orujo, anis dulce, amaretto, limonchelo, coñac), aunque yo la prefiero sin.

Untamos un molde redondo desmontable (22 centímetros de diámetro) con la mantequilla, y ponemos la almendra bastante picada pero sin triturar (sin convertirla en harina), a continuación añadimos el azúcar, la ralladura de limón y la canela, y mezclamos todo dando vueltas con una cuchara. A continuación añadimos los huevos a medio batir y lo mezclamos todo con la cuchara. Si lo que queremos es que salga esponjosa entonces batiremos todo junto enérgicamente antes de ponerlo en el molde.
Ponemos en el centro del horno (encendido arriba y abajo) precalentado a 175º,y dejamos entre 30 y 40 minutos, pinchando con un palillo hasta comprobar que sale limpio.

Cuando veamos que está a nuestro gusto (hay a quien le gusta un poco cruda), la dejamos enfriar antes de quitarle el molde. Luego la ponemos en una fuente y espolvoreamos el azúcar glass poniendo previamente la Cruz de Santiago en el centro.

Os dejo el molde para hacer la Cruz, tan importante como la propia tarta, que podéis copiar y pegar en Word, para adaptarlo al tamaño de la tarta.
Como véis esta delicia de tarta no contiene ni pizca de harina, por lo que mis queridos amigos Pilar y Klaus podrán comer un buen trozo.

Luna, Elena, Ana y Jesús en concierto
Un poco de música: una canción de Amaral en un concierto en directo  que vimos  en familia en la Plaza de Obradoiro de Santiago, el 29 de julio de 2008. El concierto estuvo bien, pero el marco, a pié de Catedral con el escenario de espaldas al Hostal de los Reyes Católicos... inmejorable.

1 comentario:

  1. Me encanta la tarta Santiago y el Pazo de Oca en A Estrada, estuve hace unos años y me encanto, lo malo fue que me quede con ganas de conocer un poco más su interior. El dueño debería plantearse el hacer visitas guiadas.
    Por cierto no me gustan los callos pero esa receta de callos sin callos tengo que "fazerla" porque tiene una pinta!!!mmm...

    ResponderEliminar